En este momento, una gran cantidad de mujeres son parte de los equipos de primera línea que atienden la emergencia del COVID-19. Estar en servicio y ser madre cabeza de hogar requiere soporte para evitar el deterioro de la salud física y mental. El impacto que puede generar está relacionado a parámetros de calidad de vida, emociones abrumadoras, nuevas formas de actuar y desgaste intenso. Por ello, es importante que las mujeres que estamos en primera línea y somos cabeza de hogar, estemos atentas de nuestro cuidado.
Es importante el cuidado de la salud mental; por lo que recomiendo que todo el personal de primera línea reciba apoyo psicológico. Son importantes los cambios de turnos en las posiciones de mayor estrés, el incrementar la comunicación en los equipos de trabajo, contar con equipo psicosocial y atención por parte de psicólogos clínicos. También, es vital mantener una buena red de apoyo dentro y fuera del trabajo.
Practicar el cuidado del cuidador
Actualmente, el personal de primera línea afronta responsabilidades laborales y del hogar que generan emociones que pueden ser categorizadas como negativas. Por lo tanto, es necesario cuidar de uno mismo para seguir brindando un servicio profesional de calidad y mantener buenas relaciones familiares.
A continuación, te presento tres aspectos importantes que promueven el cuidado óptimo del trabajador y previenen consecuencias como el burnout y el agotamiento emocional.
Atención al burnout y al agotamiento emocional
Al hacer este artículo me interesé en el tema del burnout y te comparto aspectos interesantes que encontré. “El síndrome de Burnout es una forma inadecuada de afrontar el estrés emocional crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del desempeño personal y laboral”[1]. Las consecuencias pueden afectar tanto al profesional como a los pacientes o usuarios, existiendo así un mayor riesgo de sufrir enfermedades psiquiátricas, desarrollar adicciones, ausentismo o disminución del rendimiento laboral, mayor posibilidad de errores e incluso trastornos en el área sexual.
Respecto al agotamiento emocional, te puedo compartir que la Organización Mundial de la Salud -OMS- considera como riesgo laboral al agotamiento emocional, porque afecta a profesionales que atienden en primera línea durante una crisis. Por ejemplo, quienes trabajan en servicios de salud y de seguridad pública en esta pandemia están expuestos a sufrir de este síndrome. El agotamiento emocional, a diferencia del burnout, va más allá de la fatiga laboral causada por el exceso de trabajo, tiene que ver con afrontar demasiado estrés a nivel personal (familia, amigos, uno mismo, problemas externos cercanos). La fatiga emocional no aparece repentinamente, se construye lentamente por acumulación de estrés y problemas no resueltos que causan que la persona se desborde. Este desplome a nivel emocional puede verse como una parálisis, explosión de ira o llanto, depresión profunda o colapso repentino. El desborde emocional hace visible que los problemas sobrepasan la capacidad de afrontamiento.
Las causas comunes de agotamiento emocional son gran exigencia y demanda de sacrificios en varias áreas de la vida como trabajo con alto riesgo de despido, hogar con muchos problemas, pareja conflictiva o miembros que demandan alta atención y cuidado, no recibir reconocimiento, afecto o la consideración suficiente, expectativa de que la persona sea eficiente, fuerte e invencible. Por ende, no hay una red cercana que se preocupe por su bienestar y necesidades.
¿Cómo abordar el burnout y el agotamiento emocional?
• Tener horas de descanso de calidad. En caso de que el agotamiento sea severo, tomar días de descanso completos.
• Buscar que el horario de actividades tenga espacios de descanso. Realizar las actividades de trabajo evitando caer en perfeccionismo y auto exigencia.
• Tener espacio para reflexionar sobre uno mismo, contactar con emociones y necesidades. Algunas ideas para contactar más fácilmente contigo mismo son:
○ Háblate a ti mismo. Pregúntate ¿qué necesito en este momento?
○ Recuérdate quién eres y cuáles son tus objetivos.
○ Vacía tu mente. Escribe en una hoja lo que pienses y sientas en ese momento.
○ Completa una hoja de monitoreo emocional que te ayude a estar consciente de cómo te sientes y reconocer qué emoción predomina en la semana o mes.
Pinta los recuadros de cada día con el color correspondiente a la emoción que predomina durante el día. Al final de la semana y del mes revisa el cuadro y observa cuál fue el estado de ánimo más recurrente.
• Planificar y organizar el tiempo. Te permite ser más productivo en el trabajo, en el hogar y asignar tiempo para ti. Algunas maneras en las que puedes organizar el tiempo son: tener una rutina activa en el día y en la noche que mejora tu salud mental y reduce problemas emocionales, tener rutinas familiares y planificar un tiempo para pensar en cualquier problema o preocupación para que no se acumule. Practica regularmente estas actividades para que se conviertan en un hábito.
Todas las herramientas presentadas son de utilidad para aquellas mujeres que este momento están en primera fila, atendiendo la pandemia y buscando cómo equilibrar la vida con sus hijos, el trabajo, el manejo de las finanzas, entre muchas preocupaciones actuales.
¡Espero que te ayuden!
[1] Maslach y Jackson,1981.