Desde World Vision Ecuador, impulsamos y apoyamos la voz activa de adolescentes y jóvenes en los espacios de toma de decisiones, entendiendo que su involucramiento no solo fortalece la democracia, sino que contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La reciente participación de Desereth Romero, Coordinadora Nacional de la Red Wamprakunapak Yuyaykuna y ex presidenta nacional, en la IV Asamblea Nacional de Organizaciones Juveniles el pasado 7 de noviembre de 2024, es un claro ejemplo de cómo las voces jóvenes pueden influir en la construcción de políticas y en el desarrollo de propuestas transformadoras.
Desereth compartió: “Mi compromiso con el bienestar de la juventud en Ecuador y el deseo de que nuestras voces sean escuchadas en las decisiones que nos afectan fue mi principal motivación en este espacio. Es esencial que las y los jóvenes participemos porque somos el presente y el futuro del país. Nuestra visión y energía aportan ideas frescas y necesarias para construir una sociedad más justa y representativa. Dentro de este espacio se discutió la Ley Orgánica de Juventudes, incluso realizamos una simulación parlamentaria. Todas las aportaciones que realizamos dentro de este espacio, ya han sido enviadas a la Asamblea Nacional. Adicional a ello, construimos un manifiesto juvenil dirigido a las y los candidatos a la Presidencia de la República del Ecuador. Luego de mi participación, me llevo el mensaje de que juntos, las y los jóvenes, tenemos la fuerza para impulsar cambios reales. Necesitamos espacios propios y políticas que nos representen para construir un Ecuador con muchísimas más oportunidades para todas y todos”.
Las palabras de Desereth nos recuerdan la importancia de darles a las juventudes un rol protagónico en la conversación social y política. Su participación activa no solo promueve la representación justa de sus intereses, sino que es esencial para cumplir con los ODS relacionados con igualdad, participación inclusiva y desarrollo sostenible. Crear y fortalecer estos espacios de diálogo es crucial para un Ecuador que avanza hacia un futuro con más oportunidades y justicia para todas las generaciones.