Una buena nutrición es indispensable para que los niños y niñas crezcan sanos y fuertes. Además de ser sinónimo de energía para correr, saltar o jugar, también es indispensable para que desarrollen su inteligencia y sean más productivos en la adultez. En este blog te contamos todo al respecto.
Primero, ¿cuál es la función cognitiva? Se refiere a todos los procesos relacionados con el uso del cerebro como la memoria, el desarrollo del lenguaje, el razonamiento, la resolución de problemas y hasta la toma de decisiones. La alimentación influye directamente en el buen desarrollo de estas funciones.
La Fundación Española de Nutrición en su artículo: ¨Alimentación y desarrollo cognitivo¨ enfatiza que la nutrición durante el embarazo, los primeros tres años de nacidos y la edad escolar es fundamental, por el desarrollo neuronal en cada una de estas etapas.
Una malnutrición en esas etapas genera daños que retrasarán el desarrollo psicomotor del bebé, posteriormente el rendimiento escolar o intelectual del niño. No cabe duda del porqué la desnutrición es un tipo de violencia infantil.
Según la Fundación Española de Nutrición, las deficiencias nutricionales durante el embarazo y los primeros años de vida del bebé están relacionadas con patologías en la edad preescolar y escolar. Por ejemplo, el trastorno del déficit de atención y los trastornos del espectro autista, entre otros. Intervenir a tiempo significa disminuir las probabilidades de problemas como los mencionados.
Un artículo publicado por la Revista Ecuatoriana de Neurología a cargo de la investigadora colombiana Jasmin Bonilla Santos donde se revisan varios estudios sobre la relación de la nutrición y el desarrollo cognitivo de niños en la primera infancia, visibiliza cómo las consecuencias de la malnutrición se ven reflejadas instantáneamente y genera consecuencias para toda la vida.
Estas consecuencias inmediatas en los niños y a futuro son:
Lo más preocupante de las conclusiones de la especialista es la lentitud e incluso la imposibilidad de contrarrestar estas consecuencias con planes nutricionales urgentes. Por más que se atienda a los niños con problemas de desnutrición, hay consecuencias en el desarrollo cognitivo que no se pueden revertir.
Por eso, es vital reconocer que la desnutrición crónica infantil incide directamente en problemas sociales, tales como el ingreso tardío de los niños al sistema educativo, la deserción escolar y origina a largo plazo (en la adultez) menor productividad o dificultades para la inclusión laboral.
La desnutrición crónica infantil incide directamente en las fuentes de pobreza que se deben revertir, porque ningún niño escoge donde nacer, pero todos deben tener la mejor aptitud cognitiva y física para progresar.
En el blog: ¿Por qué debemos asegurar una educación de calidad para todos los niños y niñas de Ecuador? Mencionamos que una buena educación es indispensable para cortar con el círculo de pobreza. El punto es que un niño con problemas de desnutrición no puede sacar todo el provecho a un buen sistema educativo. Esto se debe corregir para cumplir con el principal objetivo:
Dignificar las vidas de los niños y niñas en Ecuador y acabar con la pobreza
En nuestro más reciente Informe-Diagnóstico sobre la situación de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en Ecuador revelamos las actuales circunstancias del derecho de los niños a una buena nutrición de nuestro país.
El Ecuador arrastra un grave problema en materia de desnutrición. A 2018, la desnutrición crónica en niñas y niños menores de 5 años era de 23% a nivel nacional y de 27.2% en menores de 2 años, porcentajes que aumentan en 5.7 puntos porcentuales y en 4.4 puntos porcentuales, respectivamente, en el área rural, y en 17.7 puntos porcentuales y 23.9 puntos porcentuales en el caso de niñas y niños indígenas en comparación con el dato nacional (INEC, 2018). En ese sentido, el cierre e interrupción de escuelas afecta el desarrollo de los programas de alimentación para sus estudiantes (Neitzel y Vargas 2020
Datos de nuestro reciente Informe-Diagnóstico ¨Mis derechos no están en cuarentena¨.
Desde el 2018 las cifras de desnutrición crónica infantil son preocupantes, pero se ha logrado crear planes de alimentación para contrarrestarlas. El problema es que hoy están comprometidos debido a las consecuencias económicas y de aislamiento surgidas con la pandemia.
Una de las más graves en el futuro inmediato es el aumento del desempleo y los 140.000 niños, niñas y adolescentes en Ecuador que están expuestos a desnutrición crónica e incluso deberán abandonar los estudios para insertarse a la actividad laboral para aportar con la escasez de alimentos en el hogar.
Conclusión
Si bien una buena alimentación es importante para que los niños y niñas crezcan sanos y fuertes, también lo es para que puedan desarrollar sus potenciales. La desnutrición infantil es parte de un círculo de pobreza que se debe romper en nuestro país. La pandemia ha afectado a todos los sectores de la sociedad, pero las consecuencias más severas la padecen los niños, niñas y adolescentes en comunidades pobres y aisladas, porque compromete directamente su futuro.