Trauma y duelo
En el contexto actual, frente a la emergencia del Covid-19, para el personal de atención de primera línea es común enfrentar y presenciar pérdidas múltiples, ya sean muertes consecutivas o colectivas. Ante esta realidad, es normal que los individuos expuestos a la muerte experimenten un proceso de duelo, en el cual den significado y otorguen un lugar a la pérdida para poder continuar con sus vidas.
Vivenciar pérdidas múltiples puede ser un factor de riesgo que dificulte la tarea del duelo, porque la persona se ve reiteradamente confrontada con la muerte, sin tener el espacio y el tiempo suficiente para procesarla. Cuando las personas perciben que un hecho sobrepasa su capacidad de afrontamiento, se puede presentar un trauma que en este caso se debe a impactos repetitivos por una emergencia masiva, afectando la sensación de seguridad y aumentando la sensación de indefensión.
Confrontar la pérdida y la muerte implica que la persona afectada comience un proceso de adaptación y reorganización. Por tanto, es posible que se presenten síntomas a nivel: fisiológico conductual, cognitivo y emocional. Si estos síntomas se mantienen o aumentan en intensidad y se prolongan más allá de los primeros 6 meses, es importante considerar buscar ayuda profesional para procesar el duelo.
Así mismo, presenciar la muerte de otros puede despertar temas existenciales como: confrontarse con la idea de que nuestros seres queridos y nosotros mismos vamos a morir en algún momento, cuál es el propósito y significado de la propia existencia, qué sucede después de la muerte, cuestionar creencias espirituales, experimentar temor por la forma en que podríamos morir y reorganizar las prioridades.
A continuación, te dejamos algunas herramientas que puedes usar si trabajas como personal de primera línea y te encuentras afrontando pérdidas múltiples:
Herramientas para procesar emociones
Los síntomas del trauma pueden durar días o meses, e incluso cuando te sientas mejor, es posible que de vez en cuando te molesten recuerdos o emociones dolorosas, especialmente cuando algo te recuerda al trauma. Toma tiempo arreglar el daño que ha causado un evento traumático, recuperar el equilibrio emocional y reconstruir tu vida.
Herramientas cognitivo - conductuales
Finalmente, es importante recordar que tenemos la capacidad para afrontar y superar el impacto que los eventos traumáticos nos causan. Para ello, es necesario cuidar de nosotros mismos, reconociendo que procesar el duelo no es un síntoma de debilidad y que, independiente de nuestra profesión, podemos permitirnos sentir y aceptar el soporte de otras personas.