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Tu propia cumbre

World Vision Ecuador
Nov 16, 2021 5:00:36 PM

Prepárate para ascender con cada palabra. Escalarás el corazón de 30 personas valientes que te cuentan sus nueve cumbres de esperanza. Subirás por corazones que se muestran dispuestos a dar pasos altos y lejos por la niña que vive violencia en su casa, por el niño que recibe un golpe antes que un abrazo, por la adolescente que tiene que trabajar en las calles para vivir. A medida que avances, te sentirás más seguro de querer cumplir con ellos este sueño, que en una tarde de septiembre inició, y que ahora, entre vientos, climas cambiantes y esfuerzo, casi se cumple. ¡Comienza a caminar que ya es hora de iniciar!

Este sueño empezó en septiembre de 2021, cuando un corazón grande llamado Esteban quiso unir su causa de vida con su amor por las montañas. Aquí una pausa, porque en esta historia de aventuras hablaremos de corazones, ¿por qué? porque si bien es importante la fuerza física y la preparación para ascender, es aún más importante una motivación que te mueva desde el fondo del corazón. Esa motivación, la causa, te hará levantar cada madrugada para iniciar la caminata que ya has empezado. Continuando con la historia, te contaba que Esteban quiso hacer una fusión, sí de esas fusiones, que a manera de experimento probamos en la vida para ver qué tal nos resulta. Así que Esteban, que siente a las montañas como su casa, le propuso a Elisa, un corazón aventurero de Kuntur Adventure, que hagan una ruta de nueve cumbres llevando un mensaje de invitación para que te sumes a luchar contra la violencia a la niñez y adolescencia. Este sueño tomó forma como la Ruta de la Esperanza. En este momento te puedes tomar tu primer bocado de agua para seguir y hasta mientras te cuento que tras días de planificación y darle forma a este sueño, la primera cumbre se llamó Rumiñahui Central. A 4600 metros para arriba desde donde estás leyendo.

Con esta primera emoción, varios corazones se fueron sumando y puedo afirmar que también unieron su amor por las montañas con la esperanza de ver mejores días para niñas y niños que viven violencia. Un día de aquellos de octubre, Esteban tuvo una idea, ¿por qué no llevamos una bandera grande con nuestro mensaje a cada cumbre? De esta forma, la segunda cumbre, el Corazón (4800 msnm) se vistió contra la violencia. ¿Soy solo yo o es que todo coincide en esta historia? Tal vez no sea una casualidad que la primera montaña que tuvo nuestra bandera se llame así. Como tampoco debe serlo que estés leyendo esta historia. Y bueno, como te contaba, 20 corazones dieron estos primeros pasos con el mensaje hacia la cumbre.

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Seguro tu caminata empezó a ponerse cuesta arriba, tu corazón ahora está agitado, tal vez y hasta respiras con dificultad. Como ascender hasta la cumbre de la montaña, así mismo son las cumbres que nos trazamos en la vida. Retos que al inicio los vemos lejanos, casi inalcanzables, cuesta arriba. Pero tú sabrás mejor que nadie que todo es más fácil cuando le pones amor a las cosas que haces. Cuando le pones tu corazón. Ya te contaré sobre esto más adelante. Sigamos.

Así, con ese mismo corazón agitado, continuaron las cumbres: Imbabura (4600 msnm), las integrales del Pichincha (4700 msnm) y el Iliniza Norte a 5126 msnm. Salidas a las 4 am, botas bien puestas, chaquetas abrigadas, bandera lista, pero sobre todo, la esperanza de que cada cumbre se grabe con “Necesitamos a todo el mundo para eliminar la violencia contra la niñez”.

A partir de aquí, la historia cambia por la entrada de un nuevo actor que esperaban: el hielo. Él podría tener la capacidad de congelar corazones, de frisar un cuerpo completo en cuestión de horas. El hielo es un elemento de cuidado, por lo que los corazones se tienen que preparar para ello. ¿Ya empezaste a sentir el frío del glaciar recorrer tus manos? En esta historia, el hielo viene a ser una siguiente etapa de prueba de esta ruta. Un nuevo reto con dificultad adicional, y tu corazón ¡claro que puede seguir! Así, empezaron las ascensiones a los glaciares ecuatorianos. Tres grandes apus (1): Cayambe (5790 msnm), Antisana (5704 msnm) y Chimborazo (6270 msnm) que esperaban a estos corazones con sus caminos abiertos. ¡Pero también cifras de violencia cada vez más alarmantes! Ellas también sí que ascienden.

Un día de noviembre durante el desayuno, los corazones se estremecieron al enterarse por los noticieros que las cifras de violencia contra la niñez van en aumento este año, a lo que se suma 230 reportes de niñas y niños abandonados por sus cuidadores. Estos momentos son cuando tu corazón se desespera por otras vidas, corazones aún en crecimiento, que en ese mismo momento podrían estar viviendo un golpe, un insulto, abandono. Lo mismo que tú sientes al enterarte de esto lo sintieron Esteban, Elisa, Patricio, y todos quienes conforman el grupo de la esperanza. ¡Qué impotencia saber lo que niñas y niños viven y no poder intervenir! Espera, no pienses que no puedes hacer nada, si de verdad lo crees, puedes cambiar esta realidad. Ya te cuento cómo en la siguiente pausa. Como dicen los montañistas, cada paso es parte de la cumbre.

Ahora sí, agárrate fuerte del piolet (2) que iniciamos la caminata por el glaciar del Cayambe. Subir a una cumbre no es una tarea fácil, pues requiere preparación física, sobre todo mental. Tus pensamientos deben estar enfocados en cada paso que das y tu cuerpo preparado para una sola meta: tu cumbre. “Tengo que tomar mucha agua toda la semana porque la hidratación es importante” comentaba Esteban un día de trabajo en la oficina de World Vision a sus colegas. Y así como Esteban necesita agua para ascender, las niñas y niños que viven violencia necesitan de alguien que confíe en ellos para subir su propia cumbre.

A pocos días de finalizar las nueve ascensiones te tengo que contar, querido/a caminante que también estamos a poco de que llegues a tu propia cumbre. Dirás, “ya era hora de que me expliques el título de esta historia”. A modo de analogía con las montañas, nuestras propias cumbres son anhelos que tu corazón siente, sueños que se llenan de esperanza y que nos ponemos a pensar ¿cómo hacerlos posible? Pero estas cumbres de las que te estoy hablando no están en lo material que quieres conseguir, son deseos mucho más profundos, mucho más puros. Mi corazón, por ejemplo, está puesto en la esperanza de ver a las niñas y niños que viven a las faldas de los majestuosos Andes; en verlos felices, verlos sonreír, sentir cómo sus corazones son alimentados por un mañana mejor. Esa es mi cumbre, y si es que sabes lo que se siente ese anhelo estas en el lugar correcto. Todo lo que caminaste, tu corazón agitado, el frío de tus manos no fue en vano si es que ahora quieres ser parte de la Ruta de la Esperanza. Ajusta bien tus botas y te invito a que continúes esta caminata junto a 30 corazones (¡sí, cada vez somos más!) que están a punto de coronar las nueve cumbres.

Como quizá sepas, Ecuador está atravesado por un callejón de montañas y su población muchas veces vive alrededor de ellas, en sus faldas, las visita en los feriados, se toma fotos con su paisaje, se emociona cuando el cielo despejado permite ver sus cumbres. Por ello, es importante que juntos llevemos este mensaje por lo más alto, a modo de símbolo por nuestra lucha contra la violencia que vive 5 de cada 10 niñas y niños en Ecuador mientras crecen.

Gracias por permitirte descubrir tu propia cumbre.

(1) Apu viene del quechua apu, "señor(a)" son montañas tenidas por vivientes desde épocas preincaicas en varios pueblos de los Andes (Ecuador, Chile, Perú y Bolivia principalmente).

(2) Instrumento de apoyo y seguridad que los montañistas utilizan en su mano para ascender glaciares.

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