La violencia intrafamiliar es una problemática que afecta a miles de hogares en Ecuador, dejando una huella profunda y duradera en los más vulnerables: las niñas y niños. Según datos de UNICEF, 1 de cada 3 niñas y niños en el país ha sido víctima de violencia física o psicológica en su hogar, un hecho que afecta su desarrollo, salud mental y bienestar general.
¿Cómo afecta la violencia intrafamiliar a las niñas y niños en Ecuador?
La violencia intrafamiliar tiene consecuencias devastadoras en la infancia. Estos son algunos de los impactos más significativos que sufre un niño expuesto a situaciones de violencia en el hogar:
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Problemas de salud mental: Las niñas y niños expuestos a la violencia intrafamiliar presentan un riesgo elevado de desarrollar ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental. En Ecuador, la falta de recursos para la atención psicológica infantil agrava este problema, dejando a muchos sin el apoyo que necesitan.
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Afectación en el rendimiento escolar: Una niña o niño que vive en un entorno violento tiende a tener dificultades para concentrarse y cumplir con sus tareas escolares. Esto lleva a un bajo rendimiento académico y, en algunos casos, al abandono escolar.
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Reproducción del ciclo de violencia: Las niñas y niños que crecen en un ambiente de violencia pueden normalizar estas conductas y reproducirlas en sus relaciones futuras. Esto perpetúa el ciclo de la violencia intrafamiliar, afectando a nuevas generaciones.
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Problemas de salud física: La exposición constante al estrés puede desencadenar problemas de salud física en las niñas y niños, desde dolores de cabeza y problemas digestivos hasta trastornos del sueño. La exposición a ambientes violentos afecta el desarrollo integral del niño, especialmente en la primera infancia.
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La situación de violencia intrafamiliar en Ecuador: cifras y realidad
En Ecuador, se estima que aproximadamente el 47% de las niñas, niños y adolescentes han experimentado algún tipo de violencia en el hogar, según el informe "Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres (ENVIGMU) 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Censos. Además, las cifras de violencia contra las mujeres en el país también son alarmantes; muchas de estas mujeres son madres, lo que significa que sus hijas e hijos están indirectamente afectados por la violencia que ocurre en su entorno familiar.
La pandemia de COVID-19 empeoró la situación, pues el confinamiento aumentó la convivencia en espacios reducidos, generando más tensiones y conflictos. Según el Consejo de Protección de Derechos de Quito, en los primeros meses de confinamiento, se registró un aumento del 20% en denuncias por violencia intrafamiliar, lo que refleja una problemática creciente que afecta directamente a las niñas y niños.
Recomendaciones para proteger a los niños y romper el ciclo de la violencia
Prevenir la violencia intrafamiliar y proteger a los niños requiere un enfoque integral que incluya a las familias, la comunidad y el Estado. A continuación, compartimos algunas recomendaciones prácticas:
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Fomentar la comunicación abierta en el hogar
Es esencial que los padres y cuidadores mantengan un ambiente de diálogo y confianza con las niñas y niños. Alentarlos a expresar sus emociones y preocupaciones reduce el riesgo de que repriman sus sentimientos y les da un espacio seguro donde pueden sentirse escuchados y comprendidos. -
Buscar apoyo psicológico y emocional
En Ecuador, existen diversas organizaciones y centros que ofrecen apoyo psicológico para las familias afectadas por la violencia. Acceder a estos servicios puede marcar una gran diferencia en el bienestar de las niñas y niños y en la reconstrucción de la dinámica familiar. Algunos centros comunitarios y ONGs ofrecen terapia gratuita o de bajo costo. -
Educar sobre la resolución pacífica de conflictos
Promover estrategias de resolución de conflictos sin violencia es fundamental para romper el ciclo. Programas de formación en habilidades para la vida pueden enseñar a los padres y cuidadores a manejar el estrés y los desacuerdos de manera constructiva, sin recurrir a la violencia. -
Conocer y utilizar las líneas de apoyo en situaciones de emergencia
Es crucial que las familias y la comunidad conozcan los recursos de apoyo en caso de violencia. En Ecuador, la línea 1800 35 24 88 (1800 DELITOS) y el 911 brindan asistencia en casos de violencia intrafamiliar y protección para los afectados. -
Involucrarse en actividades comunitarias de prevención y sensibilización
Participar en charlas, talleres y campañas de prevención de la violencia intrafamiliar permite a las familias recibir apoyo y orientación. Estas actividades ayudan a sensibilizar a la comunidad y reducir el estigma sobre la búsqueda de ayuda psicológica y legal.
¿Cómo pueden ayudar las escuelas y la comunidad?
Las instituciones educativas y la comunidad también juegan un rol crucial en la protección infantil:
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Capacitación para docentes: Es importante que los docentes estén capacitados para identificar señales de violencia en sus estudiantes y sepan cómo actuar de forma segura y efectiva.
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Espacios seguros para los niños: Crear espacios de diálogo en las escuelas, donde las niñas y niños puedan expresar sus preocupaciones de manera confidencial, facilita la detección temprana de casos de violencia.
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Promoción de programas de crianza con TERNURA: Las comunidades pueden organizar talleres y programas para padres que promuevan prácticas de crianza positivas, evitando los castigos físicos y la violencia verbal.
En el siguiente video puedes conocer como la TERNURA cambia vidas
Un compromiso de todos para proteger a la infancia ecuatoriana
El impacto de la violencia intrafamiliar en la infancia es una problemática que trasciende el ámbito familiar y afecta a toda la sociedad. Es esencial crear un entorno seguro, donde las niñas y niños puedan crecer sin miedo y con la certeza de que sus derechos serán respetados. La responsabilidad de romper el ciclo de violencia recae en todos nosotros: en las familias, en las instituciones y en la comunidad en general.
Conclusión
La violencia intrafamiliar es un obstáculo para el desarrollo saludable de las niñas y niños en Ecuador. Actuar de manera consciente y preventiva es fundamental para proteger el bienestar de los más pequeños y asegurarles un futuro sin violencia. Si trabajamos juntos, podemos romper el ciclo y construir una sociedad más segura y respetuosa para nuestros niños y niñas.
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