Consejos para resolver conflictos familiares pacíficamente

Las disputas familiares son un hecho más común del que se cree. Sin embargo, ante la inexperiencia o la impulsividad, es posible que en muchas familias una simple discusión o diferencia de ideas conlleve a algo más grave. Para evitar cualquier tipo de manifestación de violencia decidimos darte 3 consejos para resolver conflictos familiares pacíficamente. 

Somos humanos: no nacemos con conocimientos. Errar está en nuestra naturaleza. Esto implica que, tarde o temprano, surgirá algún tipo de conflicto en nuestro núcleo familiar que podrá afrontarse de varias maneras.

Las diferencias de opiniones, bien pueden hacer que se logre llegar a un acuerdo, que se ponga un fin a la relación por diferencias irreconciliables de parte de algún miembro de la familia. Naturalmente, la segunda opción es lo que hay que evitar.

En líneas generales, para resolver un conflicto familiar hace falta paciencia e inteligencia emocional. De acuerdo con el psicólogo y escritor Daniel Goleman, la inteligencia emocional se define como la capacidad de una persona para manejar una serie de habilidades y actitudes. Entre las habilidades emocionales se incluyen:

1. La conciencia de uno mismo
2. La capacidad para identificar, expresar y controlar los sentimientos
3. La habilidad de controlar los impulsos y posponer la gratificación
4. La capacidad de manejar la tensión y la ansiedad

La diferencia entre resolver un conflicto pacíficamente y acudir a agresiones dependerá de qué tan educados estemos al respecto. En virtud de ello, ¿cómo puedes crear un ambiente familiar que promueva la expresión y comunicación de los sentimientos sin miedo a ser juzgado? 

A continuación te daremos 3 consejos para resolver conflictos familiares pacíficamente:

1. Manejar las emociones

Esta estrategia consiste en seguir las premisas de la inteligencia emocional: controlar las emociones e impulsos, manejar la tensión y la ansiedad y tener conciencia de sí mismo. En teoría es algo sencillo, pero al momento de ponerlo en práctica podrás ver que a unas personas se les hace más difícil que a otras. Si no sabes cómo comenzar a controlar estos aspectos, aquí te sugerimos 10 pasos para desarrollar la inteligencia emocional.

2. Ver el lado positivo

Es recomendable que ante casos de disputas, veas estas diferencias más como herramientas y oportunidades para mejorar y fortalecer los vínculos familiares que como un obstáculo imposible de superar. Además, el lado positivo de resolver los conflictos pacíficamente es que tendrás una mejor comunicación, respeto y confianza con tu familia.

3. Perder o ganar es irrelevante 

Lo más importante es llegar a una concertación, aligerar la carga, ceder y, por ende, entender que no se trata de una batalla de perder o ganar, sino de llegar a un consenso para el bien común. De esta forma se logrará que no queden rencores ni resentimientos en la familia. Para ello, aconsejamos valorar por igual todas las opiniones, tener empatía y aprender a escuchar.

En conclusión, para resolver conflictos familiares pacíficamente no solo se requiere de buena disposición, sino también de un cambio de actitud frente a los problemas que está directamente relacionado con la inteligencia emocional. Ante ello, la solución es trabajar en la conciencia de sí mismo, ver el lado positivo de las adversidades y tener presente que no importa “perder o ganar”, sino el acuerdo al que se llegue con la conversación. De esta forma podrás mejorar la comunicación familiar y sobre todo fortalecer los vínculos a largo plazo.