Sin duda sabrás que la educación de tus hijas o hijos es un proceso muy importante porque le permitirá, además de obtener los conocimientos para su vida, vivir las experiencias de relaciones sociales y vivencias que recordarán. Esto permitirá que a futuro tengan mayores oportunidades de sentirse exitosos.
Para que puedas acompañar su proceso educativo, en este artículo te compartimos algunas señales para detectar si tu hija o hijo está desmotivado por estudiar, además de algunos consejos para apoyarlos en su vida académica.
¿Mi hija o hijo es propenso a no continuar sus estudios?
Cada niña y niño se desarrolla a un ritmo diferente porque cada uno está conformado por diferentes características físicas y de personalidad. A esto se le suma que las niñas y niños crecen en distintos entornos, donde la familia, sus compañeros y profesores influyen también en su comportamiento y formas de aprendizaje.
Algunos de los factores que pueden hacer más propenso a tu hija o hijo abandonar de forma temprana sus estudios podrían ser los siguientes:
- Dificultad de aprendizaje. Problemas para aprender o retener información de tal manera que puedan seguir con el ritmo de la clase. Esto puede deberse con problemas de atención.
- Dificultades en una asignatura. Puede que no entienda la materia de algunas asignaturas y esto dificulte su estudio.
- Baja autoestima. La frustración y las inseguridades como parte de su personalidad y su forma de afrontar dificultades.
- Problemas familiares. Cuando niñas y niños viven violencia, separaciones, abandono, entre otros factores, puede afectar a que vean como prioridad estudiar.
- Acoso escolar. Situaciones de acoso y de carácter violento hace que niñas y niños sufran problemas emocionales y que no puedan centrar su atención en estudiar o que la escuela sea un entorno que no les agrada.
- Falta de motivación. Las niñas y niños ven el estudio como algo que es aburrido o le encuentran utilidad, por lo tanto, se desmotivan a continuar a medida que el nivel de aprendizaje aumenta.
Te puede interesar: El regreso a clases: Tendencias, desafíos y recomendaciones
¿Qué pasa si mi hija o hijo no sigue estudiando?
En Ecuador aproximadamente 195 mil niñas, niños y adolescentes dejaron de estudiar en 2022. Las consecuencias no siempre serán inmediatas, sin embargo, a largo plazo sí existen repercusiones económicas y sociales profundas relacionadas al ámbito laboral, como las siguientes:
- Capacidad limitada de obtener y comprender información esencial (política, social, cultural, sexual, entre otros).
- El desempleo es de 2 a 4 veces mayor entre quienes tienen un nivel muy bajo de educación con respecto a quienes han finalizado la secundaria.
- Ingresos más bajos y empleos de menor calidad
- Desarrollo profesional y personal reducido
- Poca valoración de la educación, y por lo tanto, la transmisión de analfabetismo intergeneracional
- Baja autoestima, que puede llevar al aislamiento
La deserción escolar interrumpe los saberes, los aprendizajes y los conocimientos básicos que hacen parte de las competencias sociales e incluso emocionales de una niña, niño o adolescente. Amigos y actividades propias de su edad y nivel de desarrollo se cortan sin posibilidad de volverse a dar.
¿Cómo la crianza con ternura evita la deserción escolar?
Criar con ternura es eliminar de las prácticas de crianza de madres, padres y cuidadores el concepto de disciplina o castigo y reemplazarlo con el de guía y cuidado. La ternura hay que aprenderla para practicarla.
Las investigaciones científicas afirman que las manifestaciones persistentes de ternura y la ausencia de violencia en la crianza proveen grandes probabilidades de que las niñas y los niños así criados sean personas felices, con mucha paz, seguras de sí mismas y con excelentes relaciones con los demás.
Por lo tanto, una niña o niño que se desarrolle en estas condiciones, será más propenso a vivir en un contexto favorable para estudiar, aprender y ser apoyado en sus estudios.
5 maneras de apoyar a mi hija o hijo en su vida académica
Un error común al apoyar la vida académica de niñas y niños es que madres, padres y cuidadores están más implicados en la educación que sus mismas hijas o hijos. Para evitar invadir este espacio que les pertenece, te compartimos estos 5 consejos que puedes aplicar:
- Implícate lo suficiente en su vida escolar
Debes interesarte por sus clases, exámenes y demás actividades. Intenta construir relaciones sanas con sus docentes y otros padres y madres. ¡Cuidado! interesarse no es estar más pendiente de sus cosas escolares que ellos mismos. Padres, madres y cuidadores son un apoyo, no los que hacen las tareas en lugar de sus hijas o hijos.
- No lo obligues a estudiar
Es mejor que haya un equilibrio para que crezca en tu hija o hijo el deseo de aprender. Si está cansado y ya no desea continuar con las tareas, permite un tiempo de relajación. Por lo tanto, es importante que niñas y niños puedan disfrutar de: el aburrimiento para fomentar su imaginación, hacer deporte para liberar tensiones y tiempo con amigos para que fortalezcan sus relaciones sociales.
- Muestra una actitud positiva frente a la educación
Lo que dices y haces en tu vida diaria les puede ayudar a desarrollar actitudes positivas hacia la escuela y el aprendizaje, y a desarrollar la confianza en sí mismos como estudiantes. Al demostrarles que valoras la educación y utilizas tu conocimiento en la vida cotidiana, les das un ejemplo muy poderoso a seguir, lo cual contribuye mucho a su éxito en la escuela.
- Supervisa sus tareas
Haz a tu hija o hijo comprender que piensas que la educación es algo importante y que hay que cumplir con la tarea escolar. Puedes ayudarle con la tarea en las maneras siguientes: aparta un lugar especial para que estudie, fija una hora para hacer la tarea, y elimina las distracciones cómo el televisor y llamadas sociales.
- Motívalo a leer
Una de las habilidades más importantes para obtener conocimiento es tener el hábito de la lectura. Sin duda, el gusto por la lectura es una de las mejores herencias que podrás dejarles, y esto les ayudará a mejorar su comprensión de forma general, facilitará sus hábitos de estudio, mejorará su ortografía y redacción, además de su pensamiento abstracto.
Puedes leer: 4 Tendencias e Innovaciones que Transforman la Educación
Conclusión
En conclusión, si una niña o niño crece sobre una base firme construida con relaciones de ternura y cariño, sus probabilidades de relacionarse y vivir la vida de una forma segura serán muy altas. Por lo tanto, sus posibilidades de motivarse por estudiar aumentarán porque su entorno lo apoya y alienta.
El hecho de que las niñas estudien podría eliminar prácticamente las uniones tempranas y reducir de manera importante la maternidad prematura. También podría disminuir las tasas de fecundidad en países con alto crecimiento demográfico y aumentar la capacidad de las mujeres de tomar decisiones y su bienestar psicológico.
La mejor forma de apoyar a tu hija o hijo en su vida académica es implicarte lo suficiente en todos los aspectos que ella trae: la escuela, las actividades extra, las tareas, los docentes, las madres y padres, los compañeros, entre otros aspectos.
Una idea que puede potenciar el gusto de tu hija o hijo por la lectura, es que compartan juntos un momento de narrar historias, buscar recursos y leer cuentos que te dejamos aquí: