Elena y el llamado del bosque

En lo profundo de la Amazonía, donde los árboles se alzan como guardianes de la historia y el viento susurra los secretos de la selva, vive Elena, una mujer kichwa con un espíritu indomable. Su hogar está en Chuvaurco, una comunidad oculta entre ríos y montañas, a dos horas de la civilización más cercana. Allí, la vida ha seguido el mismo ritmo por generaciones: la caza, la pesca, la siembra… pero Elena siempre sintió que algo más era posible. 

Cuando World Vision llegó a su comunidad, trajo consigo talleres para jóvenes sobre emprendimiento y desarrollo de habilidades para la vida. Aunque el programa estaba dirigido a personas de hasta 25 años, algo en Elena le dijo que debía intentarlo. A sus 35 años y siendo madre de familia, se inscribió junto con otras mujeres, a pesar de la incredulidad inicial. 

Lo que comenzó como una simple curiosidad pronto se convirtió en pasión. Entre dinámicas y aprendizajes, descubrió el poder de la educación, la importancia de la conservación y, sobre todo, un nuevo camino para su comunidad: el ecoturismo. Fue así como llegó a un curso de avistamiento de aves, una actividad que antes pasaba desapercibida pero que, ahora, le revelaba un mundo lleno de colores y oportunidades. 

En una acampada de tres días junto a jóvenes de Juventud Verde, Elena vio por primera vez aves en peligro de extinción. Sus ojos, acostumbrados a la selva, comenzaron a reconocerlas, a identificarlas por su canto, a entender su fragilidad. Comprendió que protegerlas significaba proteger su hogar y el futuro de su gente. 

Ahora, Elena no solo es parte de un programa: es una líder en su comunidad. Sueña con convertir Chuvaurco en un destino de turismo responsable, donde los visitantes no solo vengan a admirar la naturaleza, sino a respetarla y valorarla. Quiere que las familias de su comunidad puedan vivir de la selva sin destruirla, que sus hijos crezcan viendo en el bosque no solo su pasado, sino también su futuro. 

Elena escuchó el llamado del bosque. Y ahora, con su determinación, quiere que el mundo también lo escuche.