Cristian es un adolescente de 12 años que vive en un sector rural de Baba, junto a su abuelita y sus dos hermanos.
“A mis 8 años me inscribieron en el Programa de Patrocinio de Baba y me sentí alegre y emocionado de participar de las actividades. A raíz de la muerte de mi padre y el abandono de mi madre en este año, me sentí mal de ánimo, sin querer hacer nada; inclusive no quería estudiar. Esto era algo que antes no me había pasado, siempre fui feliz y responsable” comenta.
“En mi casa no había un adulto responsable y mi abuelita, debido a su discapacidad física, no me podía apoyar para que no desista de mis estudios. Ya no jugaba con mis hermanos, y pasaba todo el día fuera de casa. Poco a poco me convertí en un niño poco expresivo”, cuenta.
“World Vision conoció mi caso y con la Junta Cantonal de Protección de Derechos, lograron que nuevamente me acepten en la escuela, al igual que a mis hermanos. La lideresa comunitaria también nos apoyó mucho y hoy se ha ido convertido en mi mentora. Ahora, World Vision siempre está pendiente de mi salud y de mis hermanos. Además, siempre nos preguntan y siguen nuestros avances en la escuela” concluye.
Ahora Cristian participa en todas las actividades relacionadas con el Programa de Área de Baba de World Vision mientras cursa el séptimo año de básica. Con apoyo, Cristian está recuperando su carisma, ayuda a sus hermanos con sus tareas, es un niño feliz y se está preparando para llegar a ser un gran policía.
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