- 84% de los niños y niñas migrantes provenientes de Venezuela reportan el deterioro del ingreso familiar para comprar comida.
- Uno de cada tres niños migrantes se acuesta con hambre.
- 85 millones de familias en Asia casi no tienen o no disponen de reservas de alimentos debido al impacto de la pandemia.
- 110 millones de niños en Asia enfrentan el hambre.
Réplicas, un reporte publicado hoy por la agencia humanitaria, World Vision, afirma que alrededor de ocho millones de niños –tan solo en Asia- podrían estar expuestos a la mendicidad, el trabajo infantil y al matrimonio, debido al deterioro de la situación económica de sus familias.
El estudio “Réplicas: Tiempo agotado” advierte que las proyecciones globales señalan un incremento del hambre, la violencia y la pobreza como resultado de la crisis desencadenada por la pandemia del COVID-19. En Latinoamérica, un 84% de los niños y niñas migrantes provenientes de Venezuela y diseminados en seis naciones en Suramérica, reportan un severo deterioro de la economía familiar. Uno de cada tres niños en esta condición, se va a la cama sin comer, según un reciente reporte de World Vision denominado Niñez migrante: Entre la espada y la pared.
Se estima que 85 millones de familias en Asia casi no tienen o no disponen del todo de alimentos, mientras 110 millones de niños y niñas sufrirán hambre.
“Nuestra evaluación de las condiciones de la niñez en Latinoamérica, África Subsahariana y Asia muestran que es claro que estamos en la cúspide de una catástrofe para la niñez”, explicó Norbert Hsu, líder global de impacto para World Vision. “Cada evaluación confirma un deterioro más severo del ingreso, la capacidad adquisitiva y el aumento de los riesgos para la niñez, frente a los desafíos que enfrentan las familias”, añadió.
“Frecuentemente, las familias más vulnerables y sus niños son los más afectados por estas crisis. Aquellos que viven en estados frágiles, donde persiste la violencia y el conflicto, los efectos perniciosos del cambio climático, la inestabilidad política y social, el desplazamiento forzado y los que dependen de la ayuda humanitaria son las víctimas visibles de esta crisis”.
El análisis a nivel comunitario realizado por World Vision en 14.000 hogares en Asia, 2400 pequeñas empresas en África y casi 400 niños y niñas migrantes en Latinoamérica, confirma que las proyecciones de las agencias globales sobre los efectos de la pandemia ya se están manifestando. Entre la niñez migrante proveniente de Venezuela que reside en Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, 80% afirma que sus familias tienen dificultades para comprar alimentos.
Además, el estudio revela que 84% de los niños y niñas entrevistados declara que los ingresos del grupo familiar han disminuido y un 70% afirma que los productos básicos de higiene no están disponibles, aun en medio de la pandemia, puntualizó Joao Diniz, Líder Regional de World Vision Latinoamérica.
“En África, nuestra investigación mostró que las mujeres están gastando menos en comidas nutritivas para compensar la pérdida de capacidad adquisitiva”, señaló. Hsu. El reporte de World Vision delimita el llamado a la acción global para los gobiernos, agencias de Naciones Unidas, donantes, ONGs, donantes y el sector privado de actuar conjuntamente para asegurar la implementación de programas de protección social con enfoque de niñez, iniciativas para la fortalecer cadenas de valor y mercados, protección del empleo y medios de vida y una inversión incluyente para la recuperación y resiliencia de economías sostenibles.
Si no tomamos acciones urgentemente, estamos en riesgo de caer en extrema pobreza por décadas, advirtió Diniz. Solo en América Latina, la CEPAL prevé que 16 millones de personas entrarán a esa categoría, producto de la pandemia.