1.-Enseñales cuáles son sus derechos
La violencia es el resultado del irrespeto a los derechos de niños, niñas y adolescentes. El cambio de una cultura de violencia está en las manos de todos, la niñez necesita saber que la violencia no forma parte de un modelo de crianza o educación. Lamentablemente esta se presenta dentro del entorno familiar; agresión física y verbal son utilizados por muchos padres y madres que pierden el control de sus emociones y permiten que una situación de malos entendidos pueda resultar en violencia.
Si eres padre o madre necesitas identificar algunos casos de violencia que están presentes en casa, la violencia tiene muchas caras, el castigo físico, verbal y emocional tiene consecuencias en el crecimiento de los niños y niñas, el cuidado de sus sentimientos puede ser muy importante para la formación de su carácter. Buenas prácticas como el diálogo permiten resolver conflictos de una manera sana. Pregunta a los niños y niñas sobre su día, ¿cómo se siente? Escucha y pon atención sobre lo que quiere decir, es importante forjar una relación de confianza para establecer relaciones positivas.
Si eres docente, necesitas saber que también ejerces un gran poder sobre la niñez, al igual que los padres, la figura de maestro/a tiene mucha fuerza. Lo que se dice puede convertirse en verdad para ellos, por esa razón empoderar a los infantes sobre cuáles son sus derechos y cómo deben ser tratados puede dejar una huella en sus corazones.
2.-Exige sus derechos de alimentación, educación y salud
Otra cara de la violencia es la atención a sus derechos innegables, alimento, educación y salud de calidad, esto debe ser una exigencia que deben cumplir las autoridades encargadas, la calidad de servicios e instrumentos necesarios para su aprendizaje, contar con profesionales preparados para atender sus necesidades de formación y cuidado y finalmente el acceso a una adecuada alimentación que permita a todos los niños y niñas desarrollar todo su potencial.
3.- Aplicar la ternura como modelo de crianza
¿Qué es la Crianza con Ternura?
La Crianza con Ternura es la capacidad de mantener nuestras relaciones con el resto de personas, buscando la convivencia sana que busca el bien colectivo a través de una actitud de respeto a la dignidad de cada persona.
Esta forma de relacionarnos puede ser aplicada desde nuestro primer círculo social, la familia, nuestros niños y niñas, necesitan aprender a ser empáticos con el resto, aprendiendo a ser respetuosos y afectivos desde un hogar libre de violencia. Además, estas prácticas de formación amorosa pueden ser replicadas en diferentes espacios como la escuela, donde su aplicación permite la formación integral de adultos sanos emocionalmente, que no repliquen modelos naturalizados de violencia, donde la agresión con gritos y golpes forme parte de su forma de relacionarse con el mundo.
4.- Educa con valores
Tolerancia: El aprender a aceptar diferentes criterios, opiniones, pensamientos, y culturas, permite que niños y niñas tengan una formación incluyente, donde sus futuras relaciones puedan ser sanas y respetuosas.
Esto reconoce que los niños y niñas puedan ser razonables y conciliadores, frente a situaciones donde está presente el conflicto.
Empatía: Es difícil ponerse en los zapatos del otro, el mundo ha tomado una dirección donde el egoísmo y el individualismo prevalece, muy pocos niños y niñas piensan en aquellos que están pasando por un mal momento. Sácale provecho a las nuevas tecnologías y educa sobre aquellas realidades que pueden vivir muchos niños y niñas en todas partes del mundo, de esta forma estarás educando una mente y un corazón.
Generosidad: Enseña a tus niños y niñas lo gratificante de compartir, pequeñas cosas como brindar un poco de sus golosinas o prestar sus juguetes, son actos que se van reproducir a lo largo de su vida, con esta pequeña lección formas a futuros jóvenes que les gusta cooperar y ofrecer felicidad a los demás.
5.-La sobreprotección puede ser perjudicial
En el afán de que nuestros niños y niñas disfruten de su infancia, lleva a los padres a anticiparse a todas las necesidades y problemas, ofreciendo todas las facilidades y comodidades, esto puede ser perjudicial.
Al no permitir que los niños y niñas se enfrenten a retos y exigencias presentes en sus entornos sociales, pueden poner al infante en un estado indefenso.
Es importante brindar una guía; pero muchos procesos de aprendizaje deben irse desarrollando de acuerdo a su edad, de esta forma el niño o la niña puede adquirir nuevas experiencias para cuidar su integridad, respondiendo frente a situaciones que pueden violentar su desarrollo.
Finalmente
Se puede combatir la violencia de niños y niñas desde el hogar, el castigo físico y verbal tiene consecuencias en la vida emocional en cada etapa del desarrollo pero pueden verse mejor sus efectos negativos cuando jóvenes y adultos.
Es responsabilidad de padres, madres y cuidadores, enseñar los tipos de violencia que vulneran los derechos de la niñez, los niños y niñas necesitan saber que deben crecer en un hogar libre de violencia, donde prevalezca la ternura como modelo de crianza. Además, la niñez debe acceder a la educación y salud de calidad, con profesionales que entiendan la importancia del respeto, caso contrario se considera normal que la agresión se reproduzca en entornos como la escuela y el colegio.
El poner en practica valores, permite que la formación de niños y niñas sea integral, es necesario formar con criterios de amor, respeto, tolerancia, fe y bondad, solo de esta manera es posible pensar en un bien común.