Cada 10 de diciembre recordamos la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esa fecha —más allá de una conmemoración— es un llamado a reconocer que todos los derechos valen para todos, especialmente para quienes son más vulnerables: niñas, niños y adolescentes.
En Ecuador, este año ese compromiso cobra un significado aún más profundo. El país ha sido sacudido por un acontecimiento que desnuda la fragilidad de las garantías para la infancia: la desaparición y muerte de cuatro menores tras un operativo militar en el sur de Guayaquil. Ese horror nos recuerda que los derechos no están garantizados por decreto: deben defenderse con vigilancia, memoria y justicia.
“Los Cuatro de Las Malvinas”: memoria y exigencia de justicia
El 8 de diciembre de 2024, cuatro menores —Nehemías Arboleda, Steven Medina, Ismael Arroyo y Josué Arroyo— salieron a jugar fútbol en el barrio Las Malvinas (sur de Guayaquil). Nunca regresaron a sus casas.
Fueron interceptados por una patrulla militar. Días después, sus cuerpos fueron hallados calcinados cerca de una base militar en la parroquia Taura. La investigación oficial determinó que se trató de una desaparición forzada.
Durante la reconstrucción del caso, varios militares confesaron que los menores fueron golpeados, sometidos a torturas, obligados a desnudarse, amenazados, y finalmente simuló‑se su ejecución. (El País)
El horror de ese día: cuatro sueños truncados, cuatro hogares destruidos. Este caso no debe quedar en la historia como una cifra más. Es un recordatorio brutal de que la niñez en Ecuador sigue expuesta a violaciones atroces de derechos humanos, incluso por quienes deberían protegerla.
¿Qué puede hacer la sociedad frente a esta vulneración?
Este drama no es solo de las familias afectadas: es de todas y todos. La infancia es responsabilidad colectiva. El silencio o la indiferencia frente a estos hechos es cómplice. Por eso, como sociedad podemos:
-
Exigir justicia, verdad y reparación: apoyar que el proceso judicial avance sin impunidad.
-
Documentar y visibilizar los abusos: acompañar a las familias, compartir información verificada, no permitir que lesiones graves a derechos de la niñez caigan en el olvido.
-
Presionar al Estado para que garantice protección real: que las fuerzas de seguridad actúen bajo normas de respeto a derechos humanos, que se refuercen los mecanismos de control civil.
-
Educar desde casa y la comunidad: hablar con niños, jóvenes y vecinos sobre los derechos, dignidad y respeto; promover una cultura de paz, repudio a la violencia y solidaridad.
-
Apoyar a organizaciones de defensa de la niñez que trabajan en prevención, protección, acompañamiento y reparación.
Porque la memoria sin acción no basta. Si queremos que este 10 de diciembre tenga sentido, debe marcar un antes y un después en el compromiso con la infancia.
El rol de World Vision Ecuador en la defensa de los derechos de la niñez
Ante situaciones extremas como la del caso Las Malvinas, el papel de organizaciones de protección infantil es clave. World Vision Ecuador:
-
Acompaña a comunidades vulnerables, promoviendo espacios seguros para niñas, niños y adolescentes.
-
Promueve la participación infantil a través de redes de niños y adolescentes que exigen sus derechos con dignidad —para que no sean solo víctimas, sino agentes de cambio.
-
Documenta realidades difíciles como pobreza, violencia, vulneración y exclusión, con informes y consultas nacionales.
-
Exige al Estado medidas efectivas de protección, justicia y reparación para víctimas de situaciones extremas.
En este Día de los Derechos Humanos, su labor debe servir de inspiración: demostrar que, incluso ante tragedias, hay personas y organizaciones que no bajan la mirada, sino que exigen dignidad y transformación.
Que su memoria nos obligue a actuar
Hoy, 10 de diciembre, recordamos a Nehemías, Steven, Ismael y Josué. Sus nombres no pueden reducirse a una estadística. Este Día de los Derechos Humanos, que sus vidas —y su injusta muerte— nos convoquen a la acción. Que su memoria se convierta en justicia, reparación y garantía de derechos para toda la niñez del Ecuador.
Porque un país digno no se construye con olvido, sino con memoria, verdad y compromiso.
.png?width=170&height=52&name=MicrosoftTeams-image%20(2).png)

.png?width=190&height=58&name=MicrosoftTeams-image%20(2).png)