Luisa de 15 años es una adolescente patrocinada del Programa de Área Vinces de World Vision. La familia de Luisa vive en un recinto apartado de la Provincia de Los Ríos en la costa de Ecuador, por lo que llegar hasta su comunidad es toda una travesía.
Actualmente, Luisa asiste a 1er. año de bachillerato en un colegio fuera de su comunidad, por lo que debe realizar un recorrido de aproximadamente una hora (caminando, remando y en transporte público). Su comunidad, por ser aislada, no ha sufrido muchos casos de contagio por Covid-19. Pero, el mismo aislamiento hace difícil la economía de los habitantes que cada vez ven más reducidos los ingresos de sus hogares.
Durante los primeros días de confinamiento por la emergencia sanitaria de Covid-19, Luisa experimentó una fuerte tristeza. El encierro le impedía ver a sus amigos y amigas, con quienes juega y conversa de todo lo que ocurre en su vida y en su familia. Una de las expresiones de la depresión es la tristeza y afecta a 264 millones de personas en todo el mundo, la mitad de todas las afecciones de salud mental comienzan a manifestarse a los 14 años y el suicidio es la segunda causa de muerte en los jóvenes de 15 a 29 años y se ha agudizado durante los últimos meses debido a la pandemia.
“En mi comunidad no he escuchado casos de violencia en este tiempo de pandemia, aquí nuestra mayor preocupación es la salud de la familia. Nosotros no queremos contagiarnos con el virus” nos dice Luisa. Por eso, entre sus nuevos hábitos de higiene diarios está el uso de mascarilla, frecuentemente lava sus manos con agua (que acarrean desde el río y la hacen hervir para eliminar gérmenes e impurezas) y jabón; y el uso de alcohol para desinfectar superficies.
En 2019, World Vision identificó que 2482 niños, niñas y adolescentes del Programa de Área Vinces reconocen que tienen una buena relación con sus padres y/o cuidadores, por lo que se sienten más seguros en sus hogares. Le preguntamos a Luisa: ¿por qué crees que no hay casos de violencia intrafamiliar en tu comunidad? - “World Vision nos ha capacitado en la metodología de Convivencia Familiar. Los padres y los hijos sabemos cómo comunicarnos y cómo vivir de manera armoniosa, es una manera de demostrar más amor a la familia” – nos dice.
Luisa reconoce que la experiencia de la pandemia ha traído mucha reflexión a los adolescentes y a las familias: “La pandemia nos enseñó que debemos cambiar mucho, porque debemos preocuparnos más por nuestra salud que por lo que tenemos en los bolsillos, Además, que debemos confiar más en Dios”. Las palabras de Luisa, una adolescente de una comunidad rural, nos hacen reflexionar sobre la importancia de tener un grupo familiar que apoye a los niños, niñas y adolescentes para generar espacios más seguros.