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Una doctora en camino: sueños de una niña en Monte Sinaí

Kiara Vargas
Jun 10, 2025 10:30:37 AM

Ashley tiene 7 años y vive con su papá y su mamá en Monte Sinaí, un sector popular de Guayaquil. Cuando le preguntan cómo es un día normal en su vida, responde con una sonrisa tímida: “Bien”, dice, como si resumiera con esa palabra contar que se levanta, ordena la cama, se cepilla los dientes y ayuda a doblar la ropa. Luego se prepara para ir a la escuela, donde le gusta mucho aprender. “Me gusta lenguaje, porque aprendo, hago dictado y escribo y a mí me gusta escribir”. 

Ashley estudia en la tarde. Antes de ir a clases, juega con su amigo Anthony, “él vive abajo de mi casa”. Juegan a las escondidas, su juego favorito. A veces, también baja la loma que la lleva hasta su escuela, una caminata que parece parte de su rutina diaria. 

En casa, tiene responsabilidades: ordena su cama y dobla ropa. También cuenta que tiene acceso a agua limpia, gracias a un tanquero que llega. Ella come bien: “A veces como brócoli, a veces huevito revuelto y también fruta”. Cuando se siente mal, va al Hospital Monte Sinaí, pero menciona que no le gusta mucho porque: “Se demoran mucho en atender”. 

Ashley se siente bien en la escuela. Dice que se siente escuchada, segura y feliz con su papá y su mamá, quienes están siempre cerca para cuidarla. Aun así, hay cosas que le entristecen. La inseguridad del barrio es una de ellas “No puedo salir a jugar a la calle porque es peligroso”, cuenta. Por eso, cuando siente que algo malo puede pasar, se esconde. “No hay parques aquí, no se puede jugar libre”, dice con un tono que mezcla resignación e inocencia. 

A pesar de todo, Ashley es una niña llena de esperanza. Tiene sueños. Cuando le preguntan qué quiere ser cuando sea grande, responde sin dudar: "Doctora. Para ayudar a los niños, así como yo que son de este sector”. 

También piensa en su entorno. Si pudiera cambiar algo de su barrio, limpiaría las calles, porque hay mucha basura. Además, conoce sus derechos: “Tengo derecho a la educación”, afirma con seguridad, gracias a talleres brindados por World Vision donde ha aprendido que los niños deben tener salud, escuela, y un espacio donde sentirse seguros. 

Si pudiera decirle algo a las autoridades o a los adultos sobre cómo es ser niña en Monte Sinaí, diría: “No se puede salir a jugar. Solo puedes estar dentro de la casa”. 

Y cuando se le pide un mensaje para otros niños como ella, responde con esa sencillez que tienen los niños: “Que aprovechen su niñez. La educación es importante. Jugar, estudiar, y ser feliz”.