Colores y sabores de esperanza

Conoce la historia de Gerson Ruiz, emprendedor venezolano, quien vive en Manta y forma parte de la Asociación de Emprendedores que impulsa World Vision Ecuador.

Gerson Ruiz es un emprendedor nato. Por 14 años, en Puerto Cabello, una ciudad al centro de Venezuela, mantuvo una empresa de helados que le permitió salir adelante con su familia. “Tengo tres hijos. Uno de ellos quiere ser médico, y otro ingeniero. Siempre he trabajado para ofrecerles lo mejor”.

De un día para otro, las condiciones económicas de Venezuela cambiaron para mal y ya no consiguió los ingredientes para producir sus granizados. Fue cuando tomó la decisión de emigrar.

“Hace dos años llegué a Ecuador. Decidí ir primero a Riobamba porque ahí estaba un hermano mío. Al principio vendía de todo en los semáforos: empanadas, colada de arroz con piña y fresas con crema, hasta que un día me hice amigo del dueño de una fábrica de helados”, dice Gerson, quien también recuerda esos días donde se enfermaba constantemente por estar a merced del frío y la lluvia.

La amistad con el dueño de la fábrica de helados le abrió la oportunidad de continuar con su pasión en Ecuador. Y aunque no logró una sociedad con esta persona, pudo ver de cerca el negocio y saber lo que necesitaba para su emprendimiento.

“Al principio él quería que yo lo ayudara a abrir dos locales en Ambato. Pero al final no se dio. Me quedé un tiempo en esa ciudad vendiendo comida, para ahorrar y poder tener mi propio emprendimiento". Gerson, ahorró hasta que decidió irse para Manta.

“Me fui para la costa porque pensé... con el calor, los helados serían un éxito”, comenta Gerson con una voz pausada y decidida. Al principio volvió a vender jugos en los semáforos y con las ganancias ahorró para comprarse su primer licuadora industrial y nevera. “Ahora tengo 9 cochecitos para vender en toda la ciudad”.

World Vision Ecuador llegó a su vida cuando le ofrecieron la oportunidad de mejorar su emprendimiento. “Al principio yo mandaba a los vendedores a la organización para que los ayudarán.
Yo quería que primero les ofrecieran una mano a los que estaban más necesitados que yo. Luego, me uní a la organización como parte de un grupo de emprendedores venezolanos y ecuatorianos”.

Gerson es un ejemplo de éxito, perseverancia y de cómo World Vision identifica las potencialidades de estos emprendedores que quieren hacer un bien por su comunidad. Una alianza que no ve fronteras ni gentilicios.

Las acciones de la organización en Manta son parte de la respuesta regional de ayuda humanitaria “Esperanza Sin Fronteras”, que invita a que más personas se animen a conocer la realidad que están viviendo los migrantes venezolanos en países como Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y Chile, con el propósito de sensibilizar, promover acercamientos y acciones solidarias que beneficien a la convivencia en paz entre todas las familias y a la protección de la niñez migrante. / JDC

“Toda familia tiene una historia, toda familia tuvo un migrante”. ¡Súmate a nuestra campaña! - #EsperanzaSinFronteras🧡